25 enero 2025

TUCKER CARLSON Y PUTIN

Compartir:

Vladimir Putin afirmó que Rusia y Estados Unidos dialogan por la guerra en Ucrania: “Se están manteniendo ciertos contactos”  

 El ex presentador de Fox News viajó hasta Rusia  

para conversar con el mandatario, en lo que es  

el primer encuentro con un periodista de Occidente  

al que se presta desde el inicio de la guerra en Ucrania 

 

09 Feb, 2024 – TRABAJO DE TRADUCCIÓN DE WALTER FORMENTO- 

 No es el monstruo o el loco como lo retratan los principales medios de comunicación, aunque tampoco es el cerebro revolucionario anti occidental que afirma la comunidad de medios alternativos. El presidente Putin es simplemente un pragmático apolítico que lo único que quiere es preservar la sociedad nacionalista conservadora de su país, desarrollar sólidamente su economía y garantizar sus intereses objetivos de seguridad nacional, todo ello mientras coopera con otros en pos del beneficio mutuo. 

 La entrevista de Tucker con el presidente Putin fue precedida por los medios tradicionales (MSM) y la comunidad de medios alternativos (AMC) exagerando a sus audiencias con expectativas poco realistas. Ambos predijeron que el líder ruso soltaría un montón de temas de conversación, que el primero describió como propaganda, mientras que el segundo especuló que aplastarían la reputación de Occidente, pero se demostró que ambos estaban equivocados. En lugar de un simple programa de entrevistas, el presidente Putin aclaró desde el principio que se trataría de una conversación seria. 

 Tampoco perdió tiempo en demostrar su intención, y de inmediato se lanzó a un detallado repaso histórico de lo que se puede describir como la “cuestión ucraniana” entre Rusia y Polonia a lo largo de los siglos, tras lo cual pasó a explicar cómo se abordó este tema durante la Período soviético. El propósito al hacerlo era informar de manera integral a su audiencia sobre el contexto previo a la operación especial, teniendo cuidado de explicar los motivos y matices de cada lado para que comprendan todo completamente. 

 A medida que se acercaba el final de la Vieja Guerra Fría, el Presidente Putin reafirmó entonces los sinceros intereses de Rusia en cultivar una nueva era de relaciones con Occidente –Gorbachev?-, señalando que incluso una vez preguntó a Clinton si su país podía unirse a la OTAN y exploró la posibilidad de establecer acuerdos de cooperación antimisiles conjuntos con Bush hijo (Desde 1986, con la salida de la URSS de Afganistán, EEUU-Otan era la única superpotencia. Pero la fractura en sus dos fracciones económico-militar estratégicas [[Globalista-vs-Continentalista o TriCont]] ya estaban manifiestamente claras y planteadas).  

 Ambas iniciativas finalmente fracasaron por razones que él atribuyó a la obsesión de la élite estadounidense por el dominio (en su etapa de ascenso claro e indiscutido.), insinuando que, a lo largo de la entrevista, la CIA (MI6-Otan-Davos) es la que realmente toma las decisiones en política exterior. 

 En lugar de una cooperación mutuamente beneficiosa, Occidente liderado por Estados Unidos continuó impulsando sus intereses subjetivamente definidos de suma cero a expensas de los objetivos nacionales de Rusia, lo que tomó la forma de expandir la OTAN hacia el este en violación de su palabra y tratar de balcanizar a Rusia en el Norte del Cáucaso.  

 Aun así, el Presidente Putin siguió presionando con la visión que, en retrospectiva, admitió hace varios meses que era ingenua, y que se manifestó a través de las acciones de Rusia durante el “EuroMaidan” y después. 

 Reveló que [Putin-a-Yanukovich] le dijo al ex presidente ucraniano Yanukovich que dimitiera y no usara fuerza grave contra la oposición armada en ese momento, y le aconsejó que aceptara lo que él mismo admitió que era un golpe de estado por medios pacíficos a través de una ronda improvisada de medidas anti- elecciones constitucionales.  

 En respuesta a su ingenuidad, la CIA completó sus planes de golpe armado a pesar de que Alemania, Francia y Polonia actuaron como garantes del mencionado acuerdo justo el día anterior. 

 Ese violento cambio de régimen impulsó a Crimea a reunificarse democráticamente con su patria histórica después de que los golpistas prometieran oprimir a los rusos, momento en el que Donbass se rebeló y estalló la Guerra Civil Ucraniana después de que Kiev bombardeara esa región y la invadiera.  

 Una vez más, el presidente Putin prefirió la paz y el pragmatismo a la guerra y los ultimátums, optando por los Acuerdos de Minsk por encima de todo, aunque los líderes alemán y francés admitieron más tarde que nunca tuvieron la intención de cumplirlos. 

 Esta secuencia de acontecimientos, tal como la describió nada menos que el propio Presidente Putin, contradecía las expectativas que los HSH y el AMC tenían de él como un “monstruo, loco o cerebro”, revelando que en realidad era un pragmático apolítico sin sed de sangre, inestabilidad psicológica ni motivaciones ideológicas.  

 La única razón por la que comenzó la operación especial fue para garantizar la integridad de las líneas rojas de seguridad nacional de su país en Ucrania después de que la OTAN las cruzara clandestinamente ((–Operaciones de Victoria Nuland de desarrollar capacidades de guerra biológica, bacteriología-y-nuclear en Ucrania y Kasajistan-)) y se negara a retirarse. 

 Nunca hubo ninguna agenda ulterior, ya que sigue comprometido con la opinión expuesta en su obra maestra del verano de 2021 de que los rusos y los ucranianos son el mismo pueblo que solo divergió de manera superficial como resultado de la intromisión externa (Hoy: Otan/Davos/Globalistas) a lo largo de los siglos.  

 Es por eso que trató de poner fin rápidamente a la última fase del conflicto de larga duración que su operación especial debía terminar poco después de comenzar a través del proceso de paz de Estambul, sólo para ser engañado una vez más, con el debido respeto hacia él. 

 Después de que el presidente Putin ordenara a sus tropas retirarse de Kiev como gesto de buena voluntad para lograr el acuerdo que la delegación ucraniana ya había rubricado, el ex primer ministro británico Johnson (Otan-Davos) los convenció de desechar ese detallado pacto político-militar a favor de continuar la lucha.  

 Sin embargo, el líder ruso dijo que prevé un final político del conflicto, pero recordó que Ucrania primero debe derogar su legislación que prohíbe las conversaciones con Moscú para que que esto suceda.  

 Sin embargo, el mundo nunca volverá a ser el mismo cuando termine esta guerra por poderes, ya que él cree que asestó un poderoso golpe al dominio anterior de Estados Unidos.  

De hecho, en gran medida esto –golpe- fue auto-infligido después de que su élite convenciera a los tomadores de decisiones de intentar infligir una “derrota estratégica” a Rusia, lo que siempre fue una fantasía política.  

 Con ese fin, incluso utilizaron el dólar como arma, aunque esto resultó contraproducente al acelerar los procesos de desdolarización (incluso entre los aliados estadounidenses) que a su vez socavan la base del poder estadounidense.  

 El orden mundial multipolar emergente, que está tomando forma, debería centrarse en la seguridad colectiva en lugar de separarse en bloques, dijo, y espera que con el tiempo el derecho internacional consagrado en la Carta de las Naciones Unidas vuelva a ser respetado por todos.  

 La IA y la genética deberían regularse del mismo modo que las armas nucleares, aunque para que eso suceda tiene que haber confianza mutua, algo que obviamente falta. Mientras tanto, son posibles acuerdos pragmáticos sobre otras cuestiones como los intercambios de espías, pero no se espera mucho más.  

 Todo lo que habló el presidente Putin en su entrevista con Tucker, desde los antecedentes históricos de la “cuestión ucraniana” hasta los detalles sobre la evolución de la política rusa, así como sus interacciones con los líderes estadounidenses, no fueron puntos de conversación simples.  

Todo lo contrario, se trataba de una serie de clases magistrales sobre temas complejos que probablemente pasaron desapercibidos para la mayoría, pero aun así era importante discutirlos por el bien de aquellos que estuvieran interesados.  

 La primera conclusión para los espectadores/lectores promedio es que la política exterior estadounidense en realidad está controlada por miembros de élite de su burocracia permanente (“Estado profundo”), como los de la CIA, no por el Presidente, ya que los intereses iniciales de Clinton y Bush de cooperar con Rusia fueron hundidos por esa agencia.  

 El segundo punto es que la intromisión extranjera (OTAN-Davos-Blackrock) en Ucrania convirtió la cuestión de la identidad de su pueblo en un arma geopolítica para debilitar a Rusia, que quiere vivir en paz y prosperidad con ese país.  

 En tercer lugar, el Presidente Putin sólo comenzó la operación especial de su país después de sentir que no hacerlo daría lugar a desafíos de seguridad irreversibles que corrían el riesgo de culminar con el tiempo en la balcanización de Rusia, que, según afirmó explícitamente, Occidente está llevando a cabo como medio para contener a China.  

 El cuarto punto es que es esta obsesión por el dominio entre su élite encargada de formular políticas (es decir, la CIA) la responsable de desestabilizar al mundo, siendo el punto final que quiere la paz a través de la diplomacia.  

 Como se señaló anteriormente, él no es el monstruo o el loco como los HSH lo retratan, aunque tampoco es el cerebro revolucionario antioccidental que afirma el AMC.  

 El presidente Putin es simplemente un pragmático apolítico que lo único que quiere es preservar la sociedad nacionalista conservadora de su país, desarrollar sólidamente su economía y garantizar sus intereses objetivos de seguridad nacional, todo ello mientras coopera con otros en pos del beneficio mutuo. No es ni un villano ni un héroe, sino él mismo.>>>> 

Colaboracion:  Lic. en Sociologia Walter Formento.

 

La Yunta

Compartir: