24 E: lo Inapropiable
Una de las características principales de la movilización del 24 de enero es su condición de inapropiable. A pesar de haber sido provocada por el paro de la CGT y otras fuerzas sociales y políticas, la marcha no tuvo un Amo. Ha sido una comparecencia popular que articula un deseo de cambio que aún necesita ser interpretado políticamente.
El desafío en estos casos es que un malestar que aún no tiene límites precisos, de allí su carácter inapropiable, y que todavía no llegó a su máxima intensidad, no conduzca a un efecto “joker”, una explosión indiscriminada que se puede ir preparando si con el suceder de los días no va emergiendo la conducción de la misma.
Esta conducción no implica necesariamente la emergencia de un liderazgo ni de una fuerza política única, pero sí al menos de una dirección colegiada fiel a lo expresado en las voces de la movilización.
Un vasto sector de la población no solo no soporta más el aluvión de injusticias que se han precipitado sobre ellos, sino que capta con toda claridad que la propia Nación puede naufragar con el experimento que se exhibe frente al mundo entero. No solo es injusto y doloroso, sino que puede conducir a lo ingobernable y sus terribles consecuencias.